Domingo 1 de Marzo, IX MEDIA MARATON DEL CAMINO. Entre Nájera y Santo Domingo de la Calzada. Media maratón, por el Camino de Santiago, por caminos de tierra compactada y no tanto, con algo de asfalto, muy poco, lo que sí tiene es muchas cuestas eso sí. Salida a las 11,00 de Nájera, nada más salir tenemos una cuesta, con bastante desnivel, de un kilómetro más o menos, esto para empezar, e ir haciendo boca, para lo que vendría después, más y más cuestas, hasta la bajada de unos cinco kilómetros hasta Santo Domingo de la Calzada. Además de las cuestas, piedras y algo de barro, pues los días anteriores había llovido, a esto tenemos que unir calor y mucha humedad. En fín una Media Maratón "dura". Lo mejor, cuando desde un alto ves al frente Santo Domingo de la Calzada y te dices, ya está ahí, y la tengo en el bote, otra más, dura, pero otra más.
Pensé que estaría solo, pues no conocía a nadie, en principio, pero nada más bajar del auto bus que nos llevaba desde Santo Domingo a la Salida en Nájera, me encontré a un compañero de León, que me acompañó hasta la Salida y me fué instruyendo sobre la carrera, con su experiencia, pues la había corrido en cinco ocasiones y su juventud, al poco de empezar, me dejo, con lo que el resto de la carrera la hice solo, bueno, solo no, pues estaban el resto de corredores, pero bueno.
Como anécdota, en una cuesta a mitad de carrera, me encontré con unos colegas de León, Toño y Alfredo, que iban haciendo esa etapa del Camino de Santiago, un casual y grato encuentro.
Después de la llegada, todo sea dicho de paso los últimos kilómetros a buen ritmo, ducha y degustar el vino de rioja y bollo preñado, que ofrecía la organización, con copa de cristal, bueno, el bollo preñado, se lo comió mi mujer, pues como ya sabéis yo no como carne hace mucho tiempo.
En este caso la Carrera, ha servido de escusa, para hacer turismo por la Rioja, un día en Santo Domingo de la Calzada y tres días en Logroño, ciudad que no conocía por cierto y que como todas las ciudades y lugares tiene su encanto, con su calle del Laurel, su Catedral, su casco viejo, su gran río Ebro y sus riberas, buenas para correr por ellas siguiendo el curso del río.
En fín, un buen fín de semana, aunando deporte y turismo, como debe ser, disfrutando de la carrera, de la familia y la vida, porque como dicen por aquí "correr es vivir".
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