Direis, nueve kilómetros solo, si pero que nueve kilómetros. De estos cinco son de continua subida, con unos desniveles de hasta el 23 % y para rematar, la llegada a meta, una cuesta, pues eso de lo más empinada, con las pocas fuerzas que te quedan ya. Pero bueno llegamos y allí en el pueblo de Dragonte, despues de cambiarnos de camiseta y abrigarnos un poco, a reponer fuerzas con agua, caldo, sopas de ajo, y este año cerveza, una pasada.
Y una vez repuestas las fuerzas, hay que bajar los nueve kilómetros, así que la carrera no son nueve, sino dieciocho. Y si la subida es mala, la bajada, es peligrosa, pues despues de la parada en la meta, en la bajada, se puede producir una lesión, de lo más facil, sino que me lo digan a mí, que un año, en la bajada, rotura de fribras en el gemelo derecho. En fín esto es la DRAGOMAN, una carrera única.
Ya en el pueblo de Villafranca, ducha que tonifica y revitaliza, entrega de premios, un tentenpie y a comer por el Bierzo, con la familia.
Un día completo, carrera, camaraderia con los colegas de carreras y del club RECREO RUNNING, comida con la familia en Cacabelos, cafe en el Palacio de Canedo, o sea un día completo. De eso se trata no?, correr y disfrutar de las carreras, que es lo que toca.
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