miércoles, 13 de mayo de 2015

XXI MARATON DE PRAGA

                                                           
   Después de tres meses de preparación, salimos para Prága, para el día 3 de Mayo correr el XXI VOLKSWAGUEN PRAGUE MARATHON. Pero bueno, como vamos unos días antes, llegamos el jueves, pues tenemos por delante, visitas a la ciudad y mucha cerveza, eso sí como prehidratación para la carrera.
   Hay que decir que Praga, es una ciudad fantástica, llena de cosas interesantes que ver: la Plaza de la Ciudad Vieja, con su reloj astronómico, el Puente de Carlos IV, el Castillo de Carlos IV, la casa Danzante, el barrio Judío, etc. La verdad, es que por donde mires encuentras algo interesante para mirar y admirar. La ciudad no es cara y se come bien, eso sí muy poca oferta de pescado, lo que hace las delicias de los carnívoros. El tiempo también nos acompaña, lo que es de agradecer. El único pero que le pondría a la ciudad son sus calles llenas de adoquines, pero bueno es lo que hay.
   El jueves por la tarde recogemos el dorsal en la feria del corredor y camiseta de la carrera, previo pago de 20 € con la inscripción. La feria grande y bien estructurada, con muchos stands de artículos del corredor y de algunos de los maratones del mundo. 
   El sábado ya vamos viendo los preparativos para la carrera del día siguiente, el arco de salida y llegada en la plaza de la Ciudad Vieja, carteles anunciadores de la carrera y de los kilómetros, vallas, etc. en fin toda la parafernalia propia del evento, que a nosotros nos va diciendo que mañana es el día esperado, el día del MARATON!!!
   Y llegó el día, desayuno ligero y temprano para ir con la digestión hecha y preparados para el reto. Nos dirigimos a nuestra zona de salida, que no estaba lejos del hotel y a las 9,00 horas iniciamos a andar hacia la salida, desde la calle Celetna, con el teatro donde Mozart representaba sus obras al fondo. Avanzamos  con los diez mil corredores que tomaremos la salida y entre ellos los cuatro compañeros que hemos venido desde León: Pedro, Juan Carlos, Luismi y Rafa,k hacia la salida, por la citada calle, cuando empieza a sonar la música a todo volumen, una melodía de Smetana "El Moldava" lo que nos pone la carne de gallina y la adrenalina a punto para pasar por el arco de salida ya lanzados a por el Maratón de Praga. Y empieza la "fiesta", salimos de la Plaza de la Ciudad Vieja, calle Parizska, puente sobre el Moldava, Malá Strana, vigilando en estos primeros kilómetros nuestras pisadas, pues hay adoquines y railes de los tranvias y hay que tener mucho cuidado de una mala pisada y terminar en el suelo o con un esguince, Seguimos haciendo kilómetros y pasando monumentos, Puente de Carlos IV, Torre de la Polvora, Opera, Barrio Judio, Casa Dazante y puentes y más puentes, en un ir y venir a lo largo del río Moldava, siempre el río presente en los 42 kilómetros del recorrido. Por el camino avituallamientos, puntos de música que animan la carrera y el público, entre él las dos acompañantes, Amaya y Ana, que nos animan y hacen fotos. Seguimos la carrera sin incidentes, Luismi ya nos había dejado siguiendo su ritmo y sobre el kilómetro 33 Juan Carlos, se decide a tirar, yo le acompaño un rato, pero reduzco la velocidad esperando a Pero y Rafa, que dicen que tienen las piernas un poco cargadas y no me extraña con lo irregular del terreno, más adelante me pasaría a mí lo mismo sobre el kilómetro 37, a partir de ahí, Pedro se adelanta un poco y Rafa y yo afrontaremos los 5 kilómetros que nos quedan como podemos, pero sin perder la compostura, sobre todo en los dos últimos kilómetros, y eso que en ellos vuelven a aparecer los temidos adoquines, que a esa altura de la carrera ya hacen pupa. Calle Parizska y a lo lejos Torre del Ayuntamiento, ya lo tenemos ahí, ya es nuestro, aceleramos un poco el ritmo, sacando fuerzas de flaqueza y enfilamos la alfombra azul  camino de la meta, en la que entramos cogidos de la mano Rafa y yo como en el Maratón San Sebastián en Noviembre, al que rebajamos unos 4 minutos que no esta nada mal. Medalla por cierto muy chula, manta térmica, avituallamiento y sin estirar pues no podemos siquiera, después de esperar la llegada de Luismi a gravar la medalla con nuestro tiempo y para el  hotel a ducharnos y estirar un poco. 
   Una vez un poco repuestos, pues a restaurar fuerzas con la comida y la siempre presente cerveza. Paseos por la ciudad, mas cervezas y a descansar. Al día siguiente, últimas compras con último paseo por Praga y camino para el aeropuerto, con destino a Madrid y después a León.
   Bueno, objetivo cumplido en Praga!!!
   Tenemos que agradecer a los componentes del equipo RECREO RUNNING, que nos han acompañado en los entrenamientos  los tres meses previos, pues su compaña nos ha sido de mucho ánimo y ayuda, para llegar casi sin enterarnos a PRAGA.
                                               
                                                                               











                                                                    
   

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