El domingo 23 de Marzo, se celebró el XX MARATON DE ROMA, uno de los grandes. A él acudí, con cuatro compañeros de fatigas y digo fatigas, pues juntos hicimos los entrenamientos, animándonos unos a otros, pues los tres meses de entrenamiento, a veces, se hace duros y de vez en cuando, se necesita una palmada en la espalda para continuar. De fatigas si, pero también de alegrías, pues alegría fue, el cruzar tres juntos, cogidos de la mano, Satur, Juan Carlos y yo, y que antes de nosotros entraran Gonzalo y Arsenio, feliz recompensa al trabajo bien hecho, culminado sin incidentes y con buenas sensaciones.
El Maratón de Roma, es grande, pues Roma es una ciudad grande, y solo el recorrido por la Ciudad Eterna, ya merece la pena, el trazado recorre los puntos más importantes de la ciudad: Coliseo, Monumento Victorio Enmanuele, Plaza Venecia, Boca de la Veritá, cruzando varias veces el río Tiber, compañero de buena parte de la carrera, Tratevere, Via de Conciliacione teniendo de enfrente la Plaza de San Pedro y el Vaticano, hasta llegar a la plaza, una pasada, Plaza del Popolo, Plaza España, Via del Corso y tantos otros sitios importantes de Roma, para por fin retornar a los Foros Imperiales, donde se encontraba la Meta, con el Coliseo de frete, un lujo.
La organización perfecta, mucha animación a lo largo del recorrido, más en los sitios importantes. Bueno nosotros teníamos animación particular también y que es mucho de agradecer ver caras conocidas entre el público, pues con nosotros viajaron Maria Angeles, Azucena y Paqui, esposas de Satur, Gonzalo y Arsenio, que nos hicieron fotos y animaron hasta con la bandera de España, gracias...
Buen tiempo para correr, pues no hacia calor, quizá un poco menos de lluvia hubiera estado mejor, pues lo empezamos con lluvia fuerte y lo terminamos igual. Y por poner alguna pega, yo pondría, los adoquines de las calles unos doce kilómetros de ellos, y sobre todo a los de los tres últimos kilómetros, pues estaban en peor estado, llovía y sobre todo que ya teníamos 39 kilómetros en las piernas y a esas alturas hacían pupa en ellas, pero bueno lo superamos sin lesiones y todos bien, pues por la tarde y luego de reponer fuerzas comiendo y bebiendo unas cervezas, ya estábamos listos para unos días de turismo por Roma. Y turismo hicimos, pues cuatro días dan para mucho en Roma, hasta vimos al Papa, en la audiencia pública de los miércoles en la Plaza de San Pedro. Y para terminar, se puede decir que fue como dijo Julio Cesar: Veni, Vidi, Vici, llegué, vi y vencí.....
enhorabuena , gran maraton , segun cuentas pones los dientes largos jejejeje , cuestion de plantearsela , me alegro que todo te saliera de lujo , felicidades
ResponderEliminarGracias Barroso, la verdad es que es un gran maratón y yo creo que merece la pena correrlo, por lo menos una vez.
ResponderEliminarBuen maratón, buen viaje y buenos días los que pasamos en Roma. Gracias por compartir todo ellos conmigo y sobr todo esos 42195 metros. Nos vemos...ya sabes en la del próximo año.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si Satur, fué una buena experiencia, maratón que yo creo que disfrutamos y los posteriores dias en Roma, que también disfrutamos. Praga aún queda en lontananza, más de un año, mucho tiempo, pero está ahí.
Eliminar