
El domingo día 6 de Octubre, corrimos el I MARATON DE LISBOA ROCK AND ROLL, primera edición con este trazado. Salida en Cascais a las 10,05 horas, unos 2.500 corredores y con una temperatura de 25º, en un día despejado y agradable. El recorrido inicial es bonito y disfrutamos, de la carrera y del paisaje, pues la carrera por la carretera costera, discurre al lado del mar, con vistas espectaculares de la costa y el mar. Pasamos por Estoril. Por Oeiras y sus playas. La carrera tranquila y disfrutando del paisaje y la compañía, encontramos toboganes, que en estos primeros kilómetros, se superan sin casi notarlos. Y poco a poco, nos dirigimos hacia Lisboa, encontrándonos con Belén, con su Torre, Monumento a los Descubridores y el Monasterio de los Jerónimos, kilómetro 25 más o menos. Y pasando por debajo del pueste 25 de Abril, nos dirigimos hacia hacia el centro de la ciudad, Plaza del Rossio y Plaza del Comercio, con su adoquinado y dificultad para correr, pues a esas alturas de la carrera, todo se nota, pues ya están las piernas un poco cargadas, a partir de ahí, nos dirigimos a la zona nueva de la Expo y Parque de las Naciones donde se sitúa la meta.
El calor a esa altura de la carrera, ya alcanzaba los 35º más o menos, que sumado a la humedad, causaban estragos entre los corredores, produciendo la deshidratación consiguiente. Corredores andando, sentados, desmayados, siendo atendidos por las asistencias médicas. Bueno poco a poco y como podemos, llegamos a la meta sin mayores consecuencias, pero con una sensación extraña en el cuerpo. Por supuesto del tiempo previsto y esperado, de acuerdo al entrenamiento y esfuerzo hecho en el entrenamiento de preparación, nada de nada y gracias con lo conseguido y que no nos afectara más la climatología.
Después lo típico de las llegadas a meta, fotos, espera por los compañeros, hidratación, estirar un poco, recoger la bolsa de la rapa, nos dirigimos al hotel, que no lo teniamos lejos, para la ducha, estirar un poco y comer. A esas alturas, que serian la 17,00 horas, seguian entrando corredores a meta, lo que demuestra la duraza de la carrera y no es que afectara al los últimos, sino tambien a los primeros.
Bueno, una carrera más superada, sin contratiempos, aunque no con buenas sensaciones, pero sí agradecidos, de que terminaramos todos los compañeros que viajabamos juntos desde León, sin incidentes mayores.
Y ya dicho esto, el resto del tiempo lo dedicamos a ver la ciudad y disfrutar del viaje a Lisboa, que al fín y al cabo, es de lo que se trata, correr y disfrutar del viaje y la compañía de los colegas de carreras y amigos.